El
corto comienza con un niño vestido con ropa vieja y rota, sobre todo sus playeros.
Los niños se mofan de él, lo que hace que se sienta aun peor. Mientras camina
por el parque se encuentra con un niño sentado en un banco. A priori parece un
niño normal, buena ropa y buen aspecto además de que parece sano. Nuestro
protagonista se sienta con él en el banco y se da cuenta de sus desgracias por
lo que decide marcharse y alejarse de el niño bien vestido que tiene lo que el
sueña. Él desesperado pide un deseo para ser como el otro niño. De repente hay
un giro inesperado los niños se intercambian pero resulta que el niño que
parecía sano no puede caminar y tiene que ir en silla de ruedas.
El
corto nos enseña que hay que tener mucho cuidado con lo que deseamos y que por
muy mal que podamos estar siempre hay alguien peor que nosotros. El niño era pobre
pero por lo menos podía caminar y disfrutar de la libertad, y la falta de
dinero se puede solucionar, pero el tener que ir en una silla de ruedas poca
solución tiene. Las apariencias engañan, que una persona sonría no significa
este feliz, una persona seria no significa que sea aburrida... Cada uno debe
aceptar lo que tiene y como es, y si quieres algo se debe trabajar por ello
incluso siendo un niño, e intentar no envidiar a los demás , la envidia nunca
es buena compañera.